Día mundial del cáncer

Estar disponible y cercano a todas las personas, y por ende, a todos los pacientes, ha sido siempre una de mis prioridades junto a la excelencia y la responsabilidad que implica mi vocación médica para con vosotros.
El pasado domingo se publicó en Diario Sur la entrevista que me hizo el periodista Ángel Escalera. En el texto comparto, entre otros asuntos, proyectos humanitarios que tengo en mente realizar, mis pensamientos acerca de la cirugía y como enfrentarme a ella, y hacia donde se dirige la necesidad del paciente. Podéis leerla en este enlace.
España es un país en el que los prejuicios y la poca cintura mental se empeñan en impedir que las palabras 'pública' y 'privada' dejen su histórico paralelismo divergente en busca una trayectoria de convergencia y encuentro. Lo primero se relaciona con universalidad, positivismo, discurso social progresista y buenismo; lo privado, por el contrario, se vende como un liberalismo en busca del provecho ajeno y un círculo social de restricción, quedando habitualmente demonizado por concepto. Cuando este enfoque se ha aplicado a cualquier vertiente de la Sanidad, además, se han activado históricamente mecanismos de refuerzo nada moderados que han perjudicado de forma indirecta a los profesionales, especialmente a los que la ejercen en los dos ámbitos.
Recientemente ha sido noticia en nuestra comunidad autónoma que la Fundación Amancio Ortega ha puesto en marcha una inversión de 40 millones de euros para proveer 25 aceleradores lineales de primer nivel a los hospitales públicos andaluces de forma progresiva hasta el año 2019, de los que el 20% (dos nuevos y tres de sustitución de equipos ya gastados por el sobreuso) van a repercutir directamente en los malagueños; previamente, esta iniciativa ya se había llevado a cabo en hospitales públicos gallegos. Este desembolso en forma de donación procede en origen, en efecto, de uno los diez hombres más ricos del mundo, que paga sus impuestos en España (el que más por cierto, aunque muchos sectores se empeñen en decir que es el señor Messi el nutriente número uno de nuestro erario público), que no aparece en la lista de morosos que publica con más periodicidad que ética el ministro de Hacienda y que da trabajo a cientos miles de personas en todo el mundo, España incluida por supuesto. Si se gestiona bien esta donación (más equipos y mejor tecnología deben implicar también más recursos humanos), miles de pacientes malagueños y andaluces recibirán sesiones de radioterapia que les permitirán tener un tratamiento de vanguardia contra el cáncer. A nadie se le ocurriría despreciar o criticar esta iniciativa; más al contrario, debería ser un estímulo y una punta de lanza para fomentar la colaboración de la empresa privada con los organismos públicos (Sanidad, en este caso) y buscar puntos de encuentro y mecanismos que la incentiven. Ni el país, ni la economía ni el Fondo de Reserva de la Seguridad Social están para alegrías, así que todo apoyo es poco. Es inevitable recordar, en este momento, el famoso y desafortunado tuit de 7 de agosto de 2012 de Pablo Iglesias, en el que calificaba a Amancio Ortega de terrorista y a nuestro país de antidemocrático; probablemente los pacientes que se traten en los Servicios de Oncología Médica y Radioterápica de los hospitales públicos andaluces y gallegos tengan una visión de la jugada bien distinta de la del líder de Podemos.
La lucha contra el cáncer es la gran guerra que la Medicina libra en nuestro tiempo. Nadie está de más en esta batalla y médicos y pacientes necesitamos el apoyo de todos los estamentos sociales sin excepción. (IMAGEN 1) El día 21 de mayo de 2016 tuve el honor y la gran satisfacción de participar en la II Jornada Malagueña Contra el Cáncer que, bajo el lema 'Implícate en tu futuro' y organizada desde la AECC, ha reunido en un mismo espacio de encuentro físico a pacientes que han padecido o padecen algún tipo de tumor, a sus familiares y allegados y, finalmente, a profesionales de reconocida labor y solvencia en el tratamiento de la patología neoplásica. A nadie escapa que la Medicina 2.0 promueve cada vez con más dinamismo escenarios virtuales de confluencia con los pacientes; sin embargo, el contacto y el calor de la cercanía, del cara a cara, dan un valor añadido al humanismo que debe impregnar la labor de los que dedicamos el desempeño de nuestros esfuerzos diarios en esta línea de desarrollo profesional y en esta jornada ha quedado claramente puesto de manifiesto.
La sociedad del siglo XXI (la calle, el pueblo, la gente) debe dar de una vez por todas un gran paso adelante guiada por el ejemplo de los que, aún todavía a contracorriente en nuestros días, lideran y proyectan actividades como las que hemos vivido ayer desde la claridad de ideas y la valentía. Poder hablar abiertamente de cáncer, tumor o neoplasia (que todo quiere decir lo mismo) debe ser una necesidad y una obligación que nos permita eliminar de una vez por todas el maldito tabú al que aún nos enfrentamos los profesionales, dirigidos con frecuencia a dar rodeos semánticos y a hacer arquitectura gótica lingüística para poder explicar al paciente su padecimiento por el miedo y la sugestión a un impacto psicológico negativo y sus consecuencias en el proceso terapéutico. Este trabajo educacional, cuya finalidad de impacto va a ser siempre socio-cultural, debe hacerse desde todas las instituciones y de forma precoz para normalizar en la medida de lo posible la comunicación, comprensión y enfoque de los pacientes con cáncer hacia su enfermedad. Y, por supuesto, la sensibilidad, el cariño, el apoyo y la dedicación especial que requieren estos pacientes son perfectamente integrables dentro de un proceso de comunicación e información abierto, directo y técnicamente accesible.
Este año mi gran compañero y buen amigo Javier Moreno y yo hemos sido considerados por Diario SUR (el periódico número en difusión en Málaga con mucha diferencia, el periódico de todos los malagueños de toda la vida) entre los 100 malagueños del año 2015. Dicho reconocimiento corona un largo año de trabajo y da valor a la iniciativa que Javier y yo hemos tenido de colaborar con la ONG Cirujanos en Acción e ir a Gurgaon y Rewari (en el departamento de Haryana, en la India) a operar pacientes con patología herniaria.
Ni que decir tiene que me siento tremendamente honrado de ser reconocido por mis iguales en mi tierra y más en una época de solidaridad añadida como debe ser la fiesta de Navidad. Quiero hacer extensivo este reconocimiento al resto de los miembros de la misión (Teresa, Almudena, Sheila, Beatriz y Eduardo) y en general a todos los compañeros que, sea cuál sea su especialidad médica, deciden hacer del servicio a los demás (fuera de sus fronteras habituales y en territorios que a veces pueden resultar hostiles) una forma de compartir su vocación. Estas personas deciden dar un valor añadido a su actividad profesional habitual y, casi siempre robando tiempo a sus familias y tiempo a sus vidas, entregan ese espacio a los que más lo necesitan. Para los que no hayáis tenido la ocasión de hacerlo, podéis revisar toda la experiencia que vivimos simplemente con poner el Google “Bisturíes solidarios” o clickar en el link http://blogs.diariosur.es/bisturis-solidarios/
Descargar artículo en PDF : Reconocimiento 100 malagueños año 2015.pdf
Recientemente tuve la oportunidad de ser entrevistado por Maite Díaz Torres, una joven y dedicada periodista que trabaja para El Sol Digital, un periódico que se edita “on-line” semanalmente con un perfil de atención definida hacia el campo de la Economía y la Empresa en Málaga.
La entrevista salió publicada en el número 24, el que implicaba la semana del 3-10 de Noviembre de 2015, y aquí os adjunto en formato PDF las dos hojas de la misma. Como veréis, hablamos de todos los aspectos relacionados de mi vida profesional y la transcripción que Maite realizó se ajusta perfectamente a lo que expresé ese día. Ella he realizado un gran trabajo puesto que tomando notas a mano no es fácil reflejar de forma tan exacta lo que se habla a lo largo de más de 2 horas, así que aprovecho para darle las gracias de forma abierta a ella y a El Sol Digital por haber contado conmigo para su publiación.
Descargar artículo en PDF : entrevista.pdf
El sábado partía rumbo a la India para realizar una misión que llevaba demasiado tiempo en el cajón de tareas pendientes. De la mano de Cirujanos en Acción y la Fundación Hernia Society, mi amigo y compañero el Dr. Javier Moreno Ruiz llegamos a Nueva Delhi para operar a más de 250 pacientes junto a otros cinco cirujanos. El blog Bisturíes Solidarios de Diario Sur será nuestro cuaderno de Bitácoras y desde hoy está disponible nuestro primer día.
Enlace Diario Sur: http://blogs.diariosur.es/bisturis-solidarios/2015/11/30/primer-dia/
Con Eduardo Perea a la llegada a la India
Siempre he defendido que en las urgencias de los hospitales haya un equipo de cirujanos que estén disponibles para las emergencias quirúrgicas las 24 horas del día y los 7 días de la semana, sea el día que sea. Una de las emergencias que suponen el 25 por ciento de los casos de consulta de urgencia es la obstrucción intestinal. Se produce cuando a lo largo de sus casi 7 metros de recorrido el intestino (delgado o grueso) interrumpe su tránsito, generándose una dilatación retrógrada del mismo, a modo de “tapón”. La obstrucción intestinal se suele presentar en pacientes previamente operados y, si no se trata a tiempo, puede derivar en una peritonitis; de ahí que se trate de una afección considerada como urgencia quirúrgica.
En el audio que comparto con vosotros explico con más detalle en qué consiste la obstrucción intestinal, quién la padece y cuáles son los tratamientos más comunes.
La cirugía del cáncer es la que ocupa el mayor tiempo del desarrollo de mi carrera profesional. Es un tipo de cirugía en la que el más alto nivel de preparación técnico y científico nos lleva a movernos cada día más en el límite para conseguir extirpar tumores que antes eran inabordables, y todo ello siempre en común unión con los compañeros de Oncología Médica y de Radioterapia para saber cuál es la secuencia de tratamiento que más beneficio va a dar al paciente. Y esto es aún más importante cuando nos referimos a la cirugía oncológica. Conocer en qué momento del tratamiento la aplicación de técnicas quirúrgicas resultan beneficiosas para el paciente y el protocolo de seguimiento oncológico es fundamental para asegurar la supervivencia con una buena calidad de vida del enfermo.
En este audio explico en qué consiste la cirugía del cáncer. El fragmento pertenece al ya extinto programa Málaga se Cuida, dirigido y presentado por Andrés García.
Dr. César Ramírez durante operación
La sanidad pública malagueña ha sido protagonista esta semana en lo medios de comunicación locales por motivos nada positivos. En primer lugar, la noticia de Diario SUR (pincha aquí para leer) el pasado martes que hace referencia a que Málaga tiene la ratio de camas hospitalarias públicas por 10000 habitantes más baja de Andalucía (15.48) y que en nuestra provincia se han perdido 370 camas de hospitales públicos en los últimos 3 años, lo que equivale a decir que existen el mismo número de camas que había en 1992 pese a que la población ha aumentado en 500000 habitantes en nuestra provincia. Un gestor sanitario avezado podría contar el cuento de que la cirugía mayor ambulatoria acapara hoy día tal volumen de cirugías en cualquier centro que no hacen falta tantas camas de ingreso; claro, eso sería una buena explicación sino fuera porque en las urgencias de los hospitales malagueños los pacientes se agolpan en las paredes esperando cama 2-3 días para ser ingresados y porque, además, la mayoría de estos pacientes son de edad avanzada y representan el éxito del desarrollo de una sociedad en la que las personas cada vez viven más y, por tanto, la mayoría de estas 500000 personas pertenecen a esta franja etaria en una época en la que, además, la natalidad no está reflotando precisamente y los recortes sanitarios están afectando a la contratación de personal.
Ayer pudimos leer también el La Opinión un excelente artículo de Juande Mellado que bajo el título de SOS al SAS comenta las conclusiones del IV Foro de la Profesión Médica, impulsado por el Colegio de Médicos de Málaga y que pone de manifiesto las carencias de las estructuras sanitarias de Málaga a nivel presupuestario y profesional. La necesidad de dotación y apertura de los Hospitales pendientes (Guadalhorce y Ronda) y de la construcción de un tercer Hospital servirían para corregir lo comentado en el párrafo anterior.
Ambas lecturas hacen referencia a conceptos de macrogestión y rozan parcialmente la mesogestión, pero no tratan o lo hacen de forma somera uno de los problemas que aqueja a la sanidad pública andaluza y que más malestar crea entre los profesionales: la gestión de la designación de los puestos de cargos intermedios y como estos se copan siguiendo la red clientelar que define desde su creación hace 40 años a las estructuras de la Junta de Andalucía. Eso se conoce en términos de gestión como “microgestión”. Ayer Domingo expuse, en Diario SUR (pincha aquí para leer), mis reflexiones sobre la necesidad real que existe en los hospitales andaluces y en la Atención Primaria de que los puestos de mando en la gestión los ocupen líderes reales, personas comprometidas con los que están a su mando y no con lo que les mandan, y de las nefastas consecuencias que la elección de estos cargos a dedo o por procesos de oposición de risa puede tener para los médicos andaluces.
Detalle de publicación.
Hace unas semanas pude leer en el apartado digital de una Revista Salud (Pincha aquí para leerlo) un artículo titulado “Cáncer de páncreas: una emergencia sanitaria” que supone un ejemplo de cómo no se debe abordar una noticia relacionada con la salud (y más aún con la sensibilidad y propiedad que hablar de cáncer debe implicar) en un medio de comunicación.
El cáncer de páncreas (CP) no es una emergencia sanitaria en modo de alguno en nuestra sociedad actual; una emergencia sanitaria debe entenderse como un enfermedad de incidencia creciente, rápido desarrollo y diseminación extendida en un corto período de tiempo sobre la cuál, además, las autoridades sanitarias deben actuar de forma preferente en un medio plazo para frenar su expansión en base al impacto que en la sociedad tiene dicho padecimiento. Y esta no es la situación actual del cáncer de páncreas, una neoplasia realmente agresiva y cuya incidencia está aumentando en los últimos años pero en forma alguna debe calificarse como emergencia sanitaria. Es una exageración propia de tabloides británicos y populista. Una emergencia sanitaria es, por ejemplo en nuestros días, la Obesidad Mórbida.
Si consultamos la página web de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) se puede apreciar que el CP supone el 2.1% de todos los tumores (2.2% en hombres y 2.7% en mujeres) y justifica en el mundo tan sólo el 3.4% de las causas de muerte por cáncer. Es, por tanto, altamente improbable (por no decir directamente imposible) que en el 2020 sea la segunda causa de muerte en España y que vaya a desplazar en prevalencia a cánceres como el de mama (14% de las muertes por cáncer en mujeres), esófago-gástrico, colorrectal, próstata (10% de muertes por cáncer en hombres) o pulmón (22.3% y 11.3%, respectivamente, de causas de muerte por cáncer en hombres y mujeres).
Wikipedia no puede ser la fuente de referencia al hablar de páncreas (Artículo Wikipedia); hay que pedir más nivel.
Cuando se da una noticia de estadística de mortalidad relacionada con el cáncer es realmente importante matizar que hablamos de eso, de cáncer, pues hablar de “mortalidad en España” o “causas de muerte en España” nos puede hacer pensar que en España el cáncer es la principal causa de muerte y eso es realmente falso. Las principales causas de mortalidad en España, y esas si que son emergencias reales puesto que se trata de problemas realmente abordables desde el punto de vista de prevención primaria o prevención, son las relacionadas con la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, las dislipemias y el tabaco, es decir, la CARDIOPATÍA ISQUÉMICA Y LOS ACCIDENTES CEREBRO-VASCULARES. Como dato, cuando se consideran las causas de muerte en general de la población mundial, el cáncer de pulmón ocupa la 7ª plaza, el colorrectal el puesto nº13 y el cáncer de estómago el número 24. Es decir, que el cáncer de páncreas no se encuentra ni siquiera entre las 25 causas más frecuentes de mortalidad en la actualidad.
Uno de los aspectos más importantes a la hora de hablar de cualquier tipo de tumor es conocer o indagar cuáles son los factores predisponentes o que al menos se han asociado a una mayor prevalencia del mismo. En este sentido, y cuando hablamos de cáncer de páncreas, el principal factor de riesgo asociado y en el que se hace mas hincapié siempre es el TABACO (cuya mención, el redactor, ha pasado por alto en el articulo). Bien es cierto que la pancreatitis crónica (asociada al alcohol y con incidencia decreciente), la obesidad y una dieta pobre en frutas y en verduras son factores que también se han relacionado, pero el abandono del hábito tabáquico (junto con la pérdida de peso) son las medidas que hoy día resultan más coste-efectivas desde el punto de vista de la salud pública si queremos hacer prevención primaria del CP.
Finalmente, el redactor ha elegido a una autoridad como el Dr. Moreno González para hablar de los aspectos de diagnóstico y tratamiento del CP. A este respecto, el Dr. Moreno incide en la alta agresividad biológica de estos tumores y en que cuando se diagnostican (que suele ser por ictericia o por dolor abdominal persistente) no más allá del 30% son subsidiarios de poder someterse a una intervención con intención curativa por estar ya la enfermedad diseminada. Sin embargo, hace énfasis en que los pilares para el diagnóstico de estos tumores son la elevación del marcador tumoral CA19.9 y la realización de una resonancia nuclear magnética (RNM), lo cuál es erróneo. El CA19.9 es un marcador que, aún siendo sensible (es decir, que se eleva en la mayoría de los pacientes que tiene un CP) es muy poco específico (o sea que cuando está elevado, no quiere decir que el paciente tenga un CP) y ello se debe a que el estasis biliar lo eleva frecuentemente y la presencia de ictericia en una mayoría de los pacientes con CP le quita valor a su determinación. Por otro lado, está demostrado en la literatura médica que la prueba que más aporta al diagnóstico del cáncer de páncreas es la tomografía axial computarizada (TAC), multicorte y realizada en tres fases vasculares, y que la RNM ni aporta ningún valor añadido a la TAC pese a que el Dr. Moreno González la erija de forma poco acertada en la prueba diagnóstica radiológica clave.
Finalmente, el redactor elige como imagen para personalizar el CP una foto de Steve Jobs, que falleció por un tumor de páncreas de tipo neuroendocrino. El 90% de los tumores de páncreas son adenocarcinomas y es a lo que nos hemos referido cuando hemos hablado de CP; un 3-5% de los tumores de páncreas se originan en las células endocrinas del páncreas, se llaman neuroendocrinos y su pronóstico es totalmente distinto al del CP convencional puesto que se pueden obtener curaciones o supervivencias prolongadas aún en casos de enfermedad metastásica a distancia. Tal fue el caso de Jobs, que no sólo fue operado de su tumor de páncreas (en Julio de 2004, y tras haber pasado 9 meses desde su diagnóstico en Octubre de 2003 en manos de la medicinas alternativas) sino que además recibió un trasplante hepático para tratar las metástasis a distancia en Abril de 2009.
Falleció finalmente en Octubre de 2011; así, los 8 años que tuvo de supervivencia con un tumor de cabeza de páncreas localmente avanzado y metastásico se justifican en que su caso no fue un adenocarcinoma (repito, adenocarcinoma son los CP estándar), pues en ese caso no sólo habría tenido una esperanza de vida media inferior a 12 meses sino que tampoco hubiera estado nunca indicado realizar un trasplante hepático. Por tanto, la imagen o icono que el redactor elige para hablar del cáncer de páncreas contribuye a crear aún más confusión.
Queda claro que cada vez circula más información inexacta en internet relacionada con problemas médicos y esto sólo puede ser problemático en el mundo de la Salud 2.0. La gente busca en internet y nosotros debemos hacer que encuentren respuestas veraces, claras y contundentes, y que además les lleguen desde los profesionales del más alto nivel y cualificación. Esto sólo puede hacerse de un modo: con redactores de información rigurosos y bien documentados que apoyen y revisen sus textos con profesionales acreditados, líderes y de alto nivel. Actuar de otro modo es crear confusión y lío y, sobre todo, desinformar.
Ayer domingo se publicaba en Diario Sur, en La Tribuna, mi reflexión sobre la Medicina como profesión y el triste destino de los nuevos licenciados. Lo hacía bajo el título: Emprender a palos. Aquí puedes leer el texto íntegro que comparto con vosotros.
“A menudo me planteo si realmente el nivel académico más alto conlleva en paralelo una mayor voluntad de sacrificio en una profesión que debe ser puramente vocacional.
Los médicos somos profesionales de servicios que caminamos, también, al ritmo que marcan la sociedad y la economía. La ruina a la que nos ha abocado el régimen de entramado unidireccional endogámico que los andaluces padecemos desde hace 34 años ha mellado más a los médicos andaluces que a los de otras comunidades autónomas. Los indicadores recientes de recuperación económica y de la actividad laboral a nivel nacional que las fuentes de información nos susurran tienen un origen que es difícil de ubicar en una promoción activa real de empleo desde las administraciones central y autonómica. El esfuerzo de los autónomos, sí, digo bien, de los autónomos, es el eje matricial de esta recuperación que, aunque poco valorada desde el punto de vista socio-político está llamado a ser el punto de inflexión. Somos muchos los médicos que hemos cogido las riendas del emprendimiento y queremos tener mucho que ver con la puesta en pie de nuestro país; no queremos ver el partido de la recuperación desde la grada, sino jugarlo desde dentro y teniendo la pelota.
Nuestras facultades de Medicina se ocupan y llenan de los bachilleres más brillantes del país, con ‘númerus clausus’ (NC) desorbitados que están elitizando la licenciatura galénica. A menudo me planteo si realmente el nivel académico más alto conlleva en paralelo una mayor voluntad de sacrificio en una profesión que debe ser puramente vocacional, y si no habrá expedientes excelentes (no ya brillantísimos, pero sí muy brillantes) cuya voluntad de prestar servicio a los demás se vaya a quedar sin desarrollar por rozar por debajo en una o varias décimas el NC. En definitiva, que aunque son todos los que están, no tengo claro que estén todos los que son. En cualquier caso, son los mejores estudiantes de Medicina de la historia y su nivel intelectual lo percibimos los que tenemos la suerte de tratar con ellos y tenerlos en nuestros hospitales de prácticas; y yo, en mi caso, que lo hago en dos hospitales distintos (uno público y uno privado) y los he tenido este año de hasta tres universidades españolas diferentes en ambos escenarios, doy fe de ello. Una vez que terminan, nuestros brillantes licenciados en Medicina buscan con ahínco y esmero una plaza en la formación especializada, a la que acceden vía MIR y a la que la incompetencia de los Ministerios y Consejerías de, respectivamente, Sanidad y Salud, está convirtiendo en una puerta abierta al desempleo por haber sido incapaces de prevenir el balance de inputs/outputs de estudiantes y especialistas en los hospitales. Y eso, créanme, no es tan difícil desde el punto de vista de la gestión; obviamente estaban ocupados por hacer otras cosas, seguro, más importantes.
La última década ha devenido en una proporcionalidad inversa degradante entre el nivel de formación y preparación de nuestros especialistas egresados y la cantidad y calidad del empleo que se les ofrece, estando Andalucía a la cabeza destacada de esta precariedad. Contratos basura, el dominio de los porcentajes horarios (15%, 20%, 33%, 50%, 66%, el famoso 75%…) y espacios de desarrollo nocturno como premio a un mínimo 10 o 11 años de carrera y MIR. Según el informe anual de la Organización Médico Colegial, un 41.6% de los médicos del Sistema Nacional de Salud que no tienen plaza en propiedad tiene un contrato precario, cifra que en Andalucía llega al 60 por ciento. Bueno, pues es en estas circunstancias en las que estos brillantes estudiantes, licenciados, especialistas y, muchos de ellos ya doctores, están demostrando también su madurez y grandeza. Han entendido que debían dar un paso adelante y romper con lo que una economía y una sociedad devastada les pueden ofrecer; han decidido emprender para salir adelante y desarrollarse profesionalmente. Para algunos, ello ha significado salir a otras comunidades autónomas más favorables o al extranjero a buscar en los sistemas europeos de salud pública (curiosamente necesitados de especialistas de alta cualificación como los nuestros) su línea de proyección; para otros, invertir durante 2-3 años en acreditarse para cruzar el Atlántico y buscar en EEUU becas de investigación que les permitan el acceso a los postgrados americanos; y, para muchos, apostar por los emergentes hospitales privados de nuestro país y ejercer como profesionales autónomos, lejos del abrigo de la sanidad pública que tanto ha invertido en formarlos y en la que en los últimos años han podido percibir una desafección creciente de los profesionales, una apuesta por prolongar la edad de jubilación de los mismos en lugar de contar con los jóvenes recién formados, un juego de tronos de fusiones y fisiones de unidades de gestión clínica a ritmo de ‘Paquito el chocolatero’ y, finalmente, el arribismo de una nueva hornada de cargos intermedios nombrados a dedo y que ejecutan la mediocridad de un sistema que desprecia el talento, siendo ellos la última expresión de este hecho.
La necesidad de emprender y buscar nuevos caminos de los médicos especialistas sin trabajo es la raíz, además, de la probable pérdida de una generación entera de brillantes profesionales a los que será difícil recuperar. ¿Quién de ellos querrá dar marcha atrás en su carrera cuando dentro de 3, 4 ó 5 años éstas estén ya consolidadas y enfocadas, y se les llame para trabajar en la sanidad pública con carácter eventual? ¿A quién le vamos a pedir responsabilidades por este despilfarro de capital humano laboral de calidad? Desde aquí sólo nos debe quedar el reconocimiento para los que han prolongado su brillantez de bachiller a la universidad y finalmente a la toma de decisiones valientes y emprendedoras en su carrera profesional, y darles todo el apoyo posible para completar y engrandecer su formación en tanto en cuanto nos sea posible. Conviene recordar a los gestores sanitarios nacionales y andaluces que la facultad de Medicina y el MIR no son una máquina de producir churros y mano de obra barata (sin contar con la barbaridad de la formación troncal que nos espera a partir del año que viene), y que deben trabajar rápido poniendo diques para evitar, aún pese a todo, una bolsa venidera de especialistas en paro. Finalmente, y en unos tiempos en los que en la sanidad la palabra que más se utiliza no es paciente ni enfermedad sino gestión, me gustaría insistir en que la mejor forma de gestión sanitaria tiene su base en crear profesionales motivados con alta competencia científico-técnica y, todo lo demás es secundario. No tiremos, pues, la gestión real, verdadera y auténtica, que son nuestros profesionales más jóvenes y mejor formados, a la basura.”
Enlace al artículo: Diario Sur, en La Tribuna: Emprender a palos.
Comparto con vosotros la entrevista que me realizó Andrés García, para el programa Málaga se Cuida de COPE, sobre la enfermedad diverticular.
Los divertículos consisten en una salida de la capa mucosa (la más interna de nuestro organismo) hacia la capa muscular, la más externa. Esto provoca que la capa mucosa, ya sin la protección de la capa muscular, pueda llegar a perforarse y complicarse.
La enfermedad diverticular es muy frecuente, sobre todo, en personas mayores. Podemos encontrarnos tres tipos de enfermedad diverticular: Divertículos en el colon, la enfermedad diverticular del colon y la diverticulitis aguda, siendo esta última las más frecuente y también preocupante.
Esta semana te traigo una de mis intervenciones en el programa Málaga se Cuida, espacio radiofónico especializado en salud en el que semanalmente exponía las diferentes opciones que puede tener el paciente a patologías habituales en nuestras consultas. En esta ocasión desgranamos la enfermedad del reflujo.
La pirosis, o el conocido ardor estomacal, es un síntoma de la enfermedad por reflujo en el que los ácidos, poco a poco, van dañando la unión de estómago y esófago. Es un síntoma que se presenta muy frecuentemente en los pacientes con hernia de hiato aunque no por ello ambos conceptos deben confundirse. En cualquiera de los casos, el remedio más sencillo, al que más recurren médicos y pacientes y también la actitud más errónea es poner a los pacientes a tomar medicamentos antiácidos sin profundizar en un diagnóstico adecuado. Hoy quiero explicarte por como deben enfocarse estos problemas y cómo podemos acabar con ellos, cuando lo estudios complementarios así lo indican, mediante una intervención quirúrgica muy efectiva y que se realiza además por vía laparoscópica.
Málaga se Cuida es un programa radiofónico especializado en temas de salud. Desde que comenzara su emisión en septiembre de 2013, mis intervenciones han sido numerosas y la temática variada, pero siempre buscando ofrecer a todos los oyentes una respuesta humana y cercana a las dudas que pudieran surgir en torno a una patología determinada.
Desde aquí, abriremos una ventana a la que te invito te asomes conmigo.
En el audio te presento a mi equipo: el Instituto Quirúrgico de Andalucía, IQA. A través de esta entidad, mis compañeros cirujanos y yo hemos ido creciendo con el objetivo de darles a pacientes y profesionales un acceso fácil, rápido y eficaz de consulta; así como un nuevo método de información sobre las patologías que tratamos. Esto es así a través de nuestra web www.iqaquiron.com, un lugar en el que todos sois bienvenidos.
Comparto con vosotros una de las entrevistas que me realizó Andrés García en el espacio radiofónico Málaga se Cuida. Como cada semana, este programa me sirve para exponer a los oyentes, de una forma cercana y sencilla, algunas de las patologías y sus respectivos tratamientos que vemos en consulta. Hoy en concreto, nos referimos a la obesidad y la cirugía bariátrica.
La obesidad es una enfermedad que afecta a más de mil cien millones de personas en todo el mundo; y si enfocamos la mirada en la población española, casi un 15 por ciento la padece. La obesidad reduce la calidad y esperanza de vida de quien la sufre por las patologías que desencadena: hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo II, dislipemias, cardiopatía isquémica, insuficiencia respiratoria (asma bronquial intrínseca y síndrome de apnea obstructiva del sueño) y artrosis degenerativa de las articulaciones.
Muchas personas obesas no contemplan la cirugía como opción y hartos de seguir dietas estrictas con las que no pierden peso, tiran la toalla. Son precisamente estas personas a las que más podemos ayudar. Personas como Encarni. Ella fue la primera paciente que intervenimos en los quirófanos de Hospital Quirón Málaga desde el Instituto Quirúrgico de Andalucía (www.iqaquiron.com).
La gestión adecuada, eficaz y eficiente de los recursos económicos asignados para ofrecer a las personas una atención sanitaria de primera calidad es el fin último de los dirigentes y cargos representativos de cualquier sistema sanitario. Cuando esto no se produce desde la más absoluta consideración de los ciudadanos y personas como el eje prioritario y todo lo demás pasa a un segundo plano, entramos en riesgo de suboptimizar la calidad de la asistencia sanitaria respetada.
Ayer, en la noche del 1 de Diciembre a las 20 horas se celebró la entrega anual de los conocidos premios MÁS que cada año otorga la Cadena COPE en Málaga para distinguir a las personas que, según los oyentes, más se han significado durante el año 2014 en las distintas facetas en nuestra provincia.
El Instituto Quirúrgico de Andalucía, que dirige César Ramirez, opera con éxito a un paciente mediante un tratamiento novedoso.
"La sanidad pública es de muy buena calidad, el problema es que no se pueda acceder a tiempo a ella"
César Ramírez
"Si la sanidad no se cae es por los profesionales, cansados, además, de injerencias políticas"
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