Mi profesor el Dr. Bondía
Hace 3 semanas justas dio su última clase como Profesor Titular del Departamento de Cirugía de la Universidad de Málaga el Doctor José Antonio Bondía Navarro, pues justo después del verano se jubilará al cumplir 70 años y este curso académico 2016-2017 habrá sido el último de su carrera.
El Aula 3 de la Facultad de Medicina estaba casi llena de alumnos de sexto año, cosa poco habitual en los últimos tiempos puesto que las nuevas tecnologías, y probablemente algo de dejadez pedagógica, han ido vaciando en la última década las aulas de las Facultad de Medicina y convirtiendo algunas clases en desoladores mapas de sillas y pupitres vacíos; junto a los alumnos, se congregaron en un día tan importante para el Dr. Bondía sus compañeros de Departamento y otros profesores (incluyendo Decano y Vicedecanos) y algunos de los que hemos sido y, al menos yo, sigo siendo, sus discípulos y amigos dentro de la Cirugía.
Conocí al Dr. Bondía en el año 1990 cuando empecé a cursar la asignatura de Patología Quirúrgica, en cuarto de Medicina, y siendo ya Profesor Titular de la Cátedra de dicha asignatura que dirigía el Profesor Doctor Don Agustín de la Fuente Perucho. Aún recuerdo cuando, en el primer examen escrito de esa asignatura, realmente duro, no sólo atendió una de mis dudas (cosa que los profesores no suelen hacer) sino que además me dio sin conocerme de nada una cariñosa palmada en la espalda deseándome ánimo y suerte. Siempre ha sido un Profesor que ha sabido tratar a los alumnos como a sus hijos, sin voz alta, con lenguaje cercano y mesurado y que en los exámenes orales procuraba siempre ayudarte, darte tiempo y transmitir una tranquilidad que era oro puro para el alumno. Sus clases, puedo decir con absoluta seguridad, que han sido las mejores que he atendido nunca, en las que más he aprendido y en las que más fácil me ha resultado siempre mantener la atención. El Dr. Bondía no necesitaba más de 35-40 minutos para exponer cualquier tema con gran claridad y en esa misma línea ha sido siempre capaz de expresarse en el terreno profesional, de forma que sus enseñanzas y consejos han marcado mi carrera en la Medicina y en la Cirugía desde ese año 1990.
Una vez que elegí mi plaza como médico residente de Cirugía General y Digestiva, el Dr. Bondía me acogió en el Hospital “Carlos Haya” como un padre profesional y me apoyó y estimuló y tuteló en todas mis iniciativas y líneas de desarrollo. Fue mi director de tesis doctoral, junto con el Profesor De la Fuente Perucho y, tras haber conseguido por concurso de méritos mi plaza de Profesor Asociado del Departamento de Cirugía, asistió con gran orgullo a todas y cada una de las clases que impartí en la Facultad de Medicina, puesto que se sentía responsable directo de, como él me decía, haber llegado tan joven y tan pronto a conseguir mis objetivos profesionales.
A partir de ahora sólo me queda desearle que disfrute de este tiempo de merecido descanso profesional y júbilo (pues aquí tiene su origen la palabra jubilación), con su bonhomía, naturalidad y humildad, y con la confianza de que buscará, aun en este período, el tiempo y el momento para ayudarnos humana y profesionalmente a nosotros, sus amigos, y a la gente en general.
Gracias por su ejemplo, Dr. Bondía.