¡Muchas gracias Mª Carmen!
La alegría expresada que pone sonrisa a la curación del paciente que opero va a ser siempre la máxima satisfacción como cirujano en cualquier momento de mi carrera profesional. Hay muchas ocasiones en las que los pacientes y/o sus familias quieren dejar huella dando un paso más, acaso porque piensan que el orgullo que uno siente al verlos recuperados no fuese suficiente regalo. Y estas ocasiones, contadamente, resultan ser conmovedoras y para el recuerdo.
Así me ha sucedido con Mª Carmen Cabello Cueto, una escritora malagueña a la que he tenido el placer de poder tratar en el último año y que en cada visita a mi consulta y en cada ingreso hospitalario ha derrochado una naturalidad, clase y bondad arrolladoras. Gracias a Dios el resultado de su cirugía ha estado a la altura de lo que ella y su familia se merecían. De este modo, apareció a mi consulta con estos versos dedicados en los que cada línea empieza por una de las iniciales de mis nombres y apellidos en su orden natural.
Haber generado con mi quehacer profesional el sentimiento de débito en una persona de la humanidad de Mª Carmen para haber escrito esta obra de arte dedicada es un regalo para toda una vida para mí y mi familia. Es algo que quiero compartir con vosotros para haceros ver otro motivo por el que la Medicina (y la Cirugía, en concreto) son para mi la profesión más bonita del mundo y no existe nada como poner nuestra ciencia, dedicación y humanidad al servicio de los demás. Los pacientes siempre lo van a reconocer y apreciar.