Variabilidad estacional en la cirugía abdomina urgente

Seasonal variation in emergency abdominal surgery

(Zangbar y cols.; Annals of Surgery 2016; 263: 76-81)

 

     Las Urgencias Quirúrgicas son una parte importante de las consultas en los Servicios de Urgencias de todos los hospitales del mundo. Dentro de ellas, las enfermedades inflamatorias-infecciosas intra-abdominales suponen más del 50% de los ingresos quirúrgicos y las causas más frecuentes de indicación de cirugía de urgencias, a saber, apendicitis aguda (AA, infección aguda del apéndice, localizado en el cuadrante inferior derecho del abdomen, justo dónde confluyen el intestino delgado y el grueso), colecistitis aguda (CA, infección aguda de la vesícula biliar, debida casi siempre a piedras) y diverticulitis aguda (DA, infección de divertículos del colon sigmoide, un padecimiento que es más frecuente en edades avanzadas pero que es más agresivo y potencialmente grave cuando se presenta en edades jóvenes).

     Existe muy poca información analítica en la literatura médica acerca de la variabilidad estacional que puede afectar a estos procesos quirúrgicos urgentes tan prevalentes, puesto a que sólo algunos trabajos aislados han comunicado una mayor incidencia de apendicitis aguda en el verano sin que se haya definido una causa concreta (cambios en el hábito intestinal por viajes/vacaciones, deshidratación relativa que favorece la formación de fecalitos que pueden obstruir la luz el apéndice…). En este sentido os quiero presentar un trabajo de especial relevancia que acaba de salir publicado en Annals of Surgery por Zangbar y cols. (de la División de Cirugía de Trauma y Urgencias de la Universidad de Arizona) y que analiza una base de datos que integra casi al 20% de los hospitales americanos y que recoge todos los ingresos hospitalarios por cualquier motivo entre Enero-2004 y Diciembre-2011 y además estudia la variabilidad estacional de los mismos representando, finalmente y por tanto, un muestreo de alta significación de lo que ocurre en el país. Sobre un total de 64 millones de ingresos hospitalarios, en el período citado, se registraron 1.161.975 ingresos por AA (449.118, 38.7%), CA (353.927, 30.5%) y DA (364789, 31.4%).

     El análisis de los resultados respecto de las Urgencias Quirúrgicas Prevalentes en este trabajo puede resumirse en los siguientes puntos:

1.- Febrero es el mes con menor número de ingresos y Agosto el que más tiene, con una diferencia incremental del 22.1% entre ambos meses. Esta diferencia se mantiene cuando lo que se analizan son las cirugías urgentes realizadas en los pacientes que se ingresan (21%).

2.- El INVIERNO (Diciembre, Enero y Febrero) es el período con menos ingresos y la estación de VERANO (Junio, Julio y Agosto) la que más, con una diferencia del 13.4%. Estas diferencias no cambian cuando lo que se comparan son los subgrupos de pacientes operados dentro de los que se ingresan (181.288 en Invierno vs. 204.263 en Verano, un 12.7% más); estos valores se ven reflejados en la Gráfica que os adjunto.

     El valor de este trabajo trasciende lo puramente epidemiológico y más aún para una población como la nuestra, la española, que es también de cultura occidental y ubicada en el hemisferio norte. Ello implica que nuestras estaciones son superponibles en tiempo y clima a las de los EEUU y por tanto los patrones son aplicables a nuestro medio. Por tanto, estos datos tienen una importancia añadida desde el punto de vista de la gestión sanitaria pues permiten anticipar que va a haber un aumento del número de urgencias quirúrgicas en los meses de verano; si ello se une al factor demográfico de variabilidad estacional que cada provincia tiene en nuestra piel de toro, y que es conocido pues las administraciones centrales controlan las cifras de población real en las zonas de costa e interior de nuestro país, es fácil deducir que en provincias como Málaga el incremento real de la patología quirúrgica urgente no va a estar en el 12% sino que corregido por la variabilidad puede elevarse hasta el 25-30% respecto al otoño o al invierno.

     La consideración de estos datos es difícilmente maridable con el descenso en la asignación de recursos físicos (quirófanos y consultas cerradas) y humanos (contratación insuficiente para cubrir las vacantes que generan las vacaciones del personal) que se produce en los hospitales públicos durante los meses de verano. Una mayor actividad quirúrgica urgente en nuestra provincia implica en un paso previo un mayor número de consultas en las Urgencias Hospitalarias y en los ingresos que ella acarrean; ello implica mayor ocupación de camas y una ratio de ingresos urgentes vs. ingresos para actividad programada claramente descompensada. Las consecuencias de estos desajustes las vivimos todos los años en nuestros hospitales públicos: urgencias masificadas, personal sanitario insuficiente (y menos experimentado) para atender esta sobredemanda, camas en los pasillos por no haber en las plantas (cerradas parcialmente), menos actividad quirúrgica programada y listas de espera que, como bien definió Ángel Escalera este año en al Anuario de Diario SUR, son más bien de “desepera”.

     Para tomar nota.

 

Descargar artículo en PDF : Ann Surg 2016 263 (1).pdf

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